APROXIMACIÓN: Tomamos la carretera CA-1 que sube de Poncebos a Sotres. Un poco antes de llegar a este pueblo, en una curva cerrada hacia la izquierda, cogemos la pista que baja hacia las Invernales del Texu. Por encima de las cabañas, la pista se bifurca. Seguimos por la pista de la izquierda que continúa en llano unos dos Kms hasta las Vegas de Sotres donde hay aparcamiento. La pista es transitable a todo tipo de vehículo aunque con mucha precaución.
LOCALIZACIÓN: Concejo de Cabrales y Cantabria..
DESNIVEL: 590 m. Vegas de Sotres 1060 m / Refugio de Áliva 1650 m.
TIEMPOS: Vegas de Sotres 1h 30’ Refugio de Áliva 1h 20’ Vegas.
DESCRIPCIÓN: Salimos por entre las cuadras de las vegas hacia el sur siguiendo la pista principal. Nuestro itinerario se remonta y atraviesa el río Duje. Más arriba cruzamos la portilla que deja tras Cabrales y nos mete de lleno en terreno cántabro.
La pista asciende siempre a lomos de la antigua morrena llamada Llomba del Toro. Encontraremos algunos ramales pero nosotros siempre seguiremos por encima de la llomba. En la parte final, al llegar a una torre eléctrica, la pista cambia por camino poco definido si bien el edificio no permite despistes. Este refugio, ampliado en los años noventa, hoy en día es mas bien un hotel con cafetería y acceso rodado lo que le hace perder la esencia de refugio montañero.
En 45 minutos desde el refugio, podemos acercarnos a la Horcadita Covarrobres para bajar en 10 minutos más hasta El Cable, estación superior del teleférico de Fuente Dé.
Durante la subida podemos ver el singular edificio del chalet Real, edificado por la Real Compañía Asturiana de Minas, adjudicataria de las «Minas de Áliva», para residencia de los ingenieros, pero que fue lugar de acogida del rey Alfonso XIII en una visita en 1912 a los Picos de Europa para practicar la caza del rebeco. En estas minas se extraía blenda y en día se encuentran cerradas por falta de rentabilidad.
A continuación se describa una curiosidad encontrada en internet (wikipedia) sobre la propiedad de los puertos de Áliva.
Se cuenta que antiguamente esta zona de pastos se aprovechaba entre los habitantes de Sotres y Espinama, pero cuando se hubo de proceder a establecer los límites entre ambos pueblos, ya que pertenecen a provincias diferentes (Asturias y Cantabria, antes Provincia de Santander), cada pueblo envió unos hombres al otro, y acordaron que saliendo de los pueblos al cantar el gallo, allí donde se encontrasen quedaría establecido el límite de las praderías pertenecientes a uno y otro pueblo; entonces los hombres de Espinama sin que se dieran cuenta los enviados de Sotres, ingeniaron emborrachar al gallo, y consiguieron que cantase antes de tiempo, posibilitando salir antes el grupo de Espinama que aquel que se encontraban en Sotres, con lo cual Espinama pasó a tener la mejor y más amplia parte de terreno, abarcando la casi totalidad de las praderías de Áliva.
Si tenemos suerte con el tiempo (que o mucho me equivoco o mucha suerte va a ser), por ahí andaremos mañana. Deja a ver.
ResponderEliminarUn saludo