13 oct 2011

Dolmen de Santa Cruz (Cangas de Onís)


El dolmen de la Santa Cruz se levanta en una llanura, en las proximidades de la confluencia de los ríos Gueña y Sella. Su emplazamiento se encuentra especialmente destacado gracias a que sobre él fue erigida una capilla en el año 737. Este edificio fue arrasado hasta sus cimientos, al igual que el túmulo que cubría el monumento megalítico, en 1936. La capilla y el túmulo actuales son por lo tanto de construcción moderna.
El dolmen se compone de cinco grandes lajas de piedra y dos más pequeñas que conforman una cámara de planta rectangular que, verosímilmente, debió de tener su acceso por su lateral sureste. Sus dimensiones son importantes, ya que permiten a una persona desenvolverse erguida en su interior. Desconocemos la configuración de la cobertera, aunque lo más probable es que estuviera a cargo de una única losa.
Otros elementos que confiere al dolmen de la Santa Cruz un especial interés son los conjuntos de pinturas, grabados y piqueteados que revistieron la cara interna de la cámara. Los restos de decoración que se conservan están formados por trazos de pintura roja entre los que predominan las líneas quebradas.
(Extraído de http://www.educastur.princast.es)

12 oct 2011

Olla de San Vicente (Cangas de Onís - Amieva)

Aproximación: Siguiendo la carretera del Pontón, a unos cuatro kilómetros de Cangas de Onís está el pueblo de Tornín. Pasado éste, se llega a Puente Dobra, lugar donde el Dobra afluye al Sella.
Localización: El río Dobra separa los concejos de Amieva y Cangas de Onís, aunque nuestro andar se desenvuelve por el último de estos municipios.

No hay desnivel apreciable. El tiempo a emplear es de unos cuarenta minutos ida, lo mismo la vuelta. La longitud de esta pequeña ruta es 2,5 Kms.
La salida, junto al bar, está bien señalizada. Perderse es prácticamente imposible ya que el camino y senda están bien marcados, el río hace de guía y es probable que haya bastante gente.               
El camino que va por la izquierda del río, pasa junto al puente romano de Los Grazos y continúa sin apenas desnivel hasta llegar a la misma orilla del agua. En este punto, la pista se hace sendero para llevarnos, siempre cerca del río, hasta la majada de San Vicente.
Si bien la transparencia verdosa del agua nos ha acompañado con estupendas sensaciones durante nuestros pasos, escabullirse en la majada y descubrir la olla de San Vicente nos llevará de golpe hacia algunas postales paradisíacas poco comunes.
La olla es lugar idóneo para un baño veraniego, con playa pedregosa, altozano de verde praderío y la música de pequeñas cascadas en el entorno. Aguas  que llegan del Cornión y Precornión, en las que se diluyen los altos neveros de los Picos de Europa a fin de encontrar sus valles más occidentales.