Localización: Cangas de Onís.
Punto de partida: Un poco antes de llegar a Covadonga, en una curva abierta hacia la derecha, donde hay un aparcamiento, vemos el sendero de salida hacia Cruz de Priena bien señalizado (Cruz de Priena, 1h 30’).
Desnivel total: 787 m. 517 m en la subida inicial (Salida 205 m / Cruz de Priena 722m). 270 m de subida añadidos en la salida por el camín del Rey hacia Tarañodiós.
Distancias: Covadonga (inicio ruta) 3 Kms Cruz de Priena 3,5 Kms Carretera de los lagos 5 Kms Covadonga. Total 11,5 Kms. Tiempos: Covadonga (inicio ruta) 1h 15’ Cruz de Priena 1h 15’ Carretera los lagos 1h 10’ Covadonga. Total 3h 40’.Descripción: La salida de la ruta está bien señalizada, salimos entre bosque, y tras unas primeras revueltas, comenzamos una larga travesía hacia la derecha. Comenzamos a apreciar las primeras postales aéreas del Real Sitio de Covadonga. Llega un momento en que los jitos nos introducen un amplio zigzag del que terminamos estrellándonos al lado de una especie de fuente metida en la roca. Giramos a la izquierda y salimos a la parte alta de la conocida como Cuesta Ginés. Este buen camino que Roberto Frasinelli mandó construir, termina en la misma cumbre de la Cruz de Priena. La gran cruz y el vértice geodésico sobresalen de esta gran atalaya que atisba, con toda su grandeza, la cercanía de Picos de Europa.
Salimos del pico de frente al cordal de Cuesta Cavía (Sureste), hacia el collado Paseru. De aquí a la izquierda bajamos hacia las cabañas de Uporquera. Por encima de ellas, hacia la derecha, encontramos la senda Frasinelli o camín del Rey, de buena traza. Sube en travesía por el lomo nororiental de Cuesta Cavía, no hay pérdida. Llegamos a la cabecera del valle en el que el camino atraviesa un arroyo y sube de frente al collado de Cueva Rota, desde donde giramos a la derecha para ir a salir a la majada de Tarañodios, lugar donde ya damos vista al valle de subida a los lagos. Nos dejamos intuir por un camino que baja por la ladera, encima de los prados, y acaba saliendo a la carretera de los lagos a unos 5 Kms de Covadonga.
En nuestro descenso por la carretera pasamos por el mirador de Los Canónigos. También vemos la curva de Boferos donde está señalizada la salida hacia la vega de Orandi. Llegando a Covadonga, en una curva cerrada a la derecha, podemos recortar algo de recorrido si aprovechamos la antigua carretera de los lagos que pasa al lado del cementerio y deja otra subida hacia Orandi, antes de llegar a la explanada del Real Sitio. Finalmente el circuito se cierra en el mismo lugar donde iniciamos la ruta. Fotos: Cruz de Priena / Covadonga desde Priena / Subida por Cuesta Ginés.
Texto extraído de LA NUEVA ESPAÑA, artículo titulado “La cruz de Covadonga es Avilesina” (E. Campo 15 de octubre de 2008).
Una cruz de madera coronaba hace décadas el monte Priena, situado sobre el Santuario de Covadonga. Desde 1963, sin embargo, un emblema metálico ocupa ese lugar: es la «Cruz de Pelayo», instalada por el grupo de montaña Ensidesa. La paternidad avilesina de la estructura no queda ahí: la idea de instalarla surgió del entonces párroco de Llaranes, José Espina, que reparó la falta de la cruz de madera, partida por un rayo. Él mismo fue el que realizó el diseño. A partir de ahí la cruz fue tomando forja, con el apoyo de los feligreses y del grupo de montaña Ensidesa, al que llegó de la mano de Fran Lorente, responsable de los grupos sociales de la fábrica. Tubos procedentes del desguace de barcos fueron la materia prima con la que se construyó la estructura, que después se imprimó con pintura de aluminio. Una vez que estuvo preparada, se organizó una multitudinaria peregrinación a Covadonga, en la que participaron más de 200 personas repartidas en seis autocares. Tres días antes de su llegada, que se efectuó el 26 de mayo, un grupo de montañeros llegó hasta los santos lugares para subir la cruz metálica, dividida en piezas, hasta la cima. En la ascensión se emplearon varios mulos, que subieron por el camino de la parte posterior del monte, accesible para los cuadrúpedos. Una vez arriba armaron la cruz sobre una base de hormigón, realizada a tal efecto. El día 26, como estaba previsto, llegó la delegación avilesina, después de salir de Llaranes a las siete de la mañana y hacer una parada de media hora en Villaviciosa. Consta en las actas que el precio del viaje era 100 pesetas por cabeza. Nada más llegar, a las once, misa en la cueva de la Santina y, después, ascensión hasta el monte Priena, donde se elevó majestuosa la cruz. Sus medidas son significativas: siete metros de altura, 4,75 de anchura de sus brazos, con un peso aproximado de 700 kilos. El coste de la cruz, unas 15.000 pesetas, fue aportado por los feligreses de Llaranes y por los socios del grupo de montaña, tal y como consta en la placa de metal que lleva la cruz al dorso. Y allí se quedó la estructura metálica, presidiendo el valle de Covadonga. Antes de que los avilesinos dejaran el Priena, el cura, José Espina, echó la bendición. A su vez, el Cabildo de Covadonga presupuestó 7.000 pesetas para instalar un pararrayos en la cruz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario